Todos los proyectos de muro de display (display walls) o pantalla varían en función del tamaño, la complejidad o la aplicación, factores que, a su vez, nos condicionan a la hora de elegir una solución. En este artículo resumimos las principales consideraciones a tener en cuenta para agilizar el proceso de selección de la tecnología adecuada.
Tipos de tecnología
Repasaremos, en primer lugar, los tipos de tecnología disponibles para crear muros de display o pantalla. Los cubos de retroproyección, los paneles LCD y los mosaicos LED son algunas de las tecnologías más populares. Los muros de display o pantalla se pueden además crear con proyección sin cubo desde la parte trasera de la pantalla, o con proyección en la parte frontal de la misma. Para valorar qué tipo de tecnología se adecuará mejor a nuestras necesidades de display hemos de tener en cuenta las siguientes consideraciones: flexibilidad de diseño, espacio físico que ocupa el display, facilidad de instalación, calidad de la imagen, tolerancia a la luz ambiental, fiabilidad, facilidad de mantenimiento y coste.
Flexibilidad de diseño
Si lo que queremos es crear muros de display que sean atractivos a la vista tendremos que recurrir a cubos de retroproyección, a mosaicos LED o a la proyección, solución, esta última, útil para crear muros de forma cóncava o convexa. Los mosaicos LED ofrecen la posibilidad de customizar individualmente los módulos LED en un mosaico, ampliando -más incluso- la libertad del diseño arquitectónico. La proyección frontal y la retroproyección (con o sin cubos) ofrecen cierta flexibilidad, pues las imágenes de los proyectores poseen un rango más amplio de relaciones de aspecto, siendo las más habituales 16:9, 16:10 o 4:3. Pero además, un proyector puede generar una imagen prácticamente de cualquier tamaño, dependiendo de la lente que utilice y de a qué distancia se encuentre en relación a la pantalla. Los paneles LCD, que casi siempre utilizan una relación de aspecto de 16:9 y se encuentran disponibles en un número relativamente pequeño de tamaños estándar, son los menos flexibles. En consecuencia, si se recurre a paneles LCD la arquitectura del proyecto podría obligar a reajustar las dimensiones del display.
Espacio físico
Las tecnologías de display para muros difieren considerablemente en función de sus necesidades de espacio. La proyección frontal es la que potencialmente ocupa menos espacio si el proyector va montado en techo; la propia pantalla de proyección, que puede ser muy delgada, es el único objeto presente en el espacio del observador. A la hora de diseñar el display, habrá que tener en cuenta la necesidad de que la luz del proyector no encuentre ningún tipo de obstáculo en su camino hacia la pantalla.
Los paneles planos y los muros de display que utilizan mosaicos LED representan la siguiente opción menos molesta en cuanto a delgadez del perfil de pantalla. La retroproyección es la solución que ocupa más espacio, sobre todo cuando no se emplea dentro de un cubo, pues la presencia de proyector o proyectores detrás de la pantalla exige un espacio considerable. La profundidad requerida dependerá mucho del tamaño de la pantalla y del uso o no de espejos para aumentar el camino óptico. Esos espejos se encuentran casi siempre presentes en los cubos grandes.
En muros de display construidos a base de paneles planos, cubos de retroproyección o mosaicos LED, habremos de plantearnos la necesidad de contar con suficiente espacio extra detrás de la pantalla para garantizar una adecuada circulación del aire. Ese espacio dependerá del tamaño de la matriz: cuanto mayor sea el muro de display, más espacio requerirá. Si el acceso para reparación o mantenimiento del display se encuentra situado en la parte posterior, habrá que proporcionar espacio suficiente para ello.
Facilidad de instalación
Aunque lo habitual es que un muro de display se instale únicamente una vez, durante el proceso de instalación debemos prever la posibilidad de que vayamos a necesitar incorporar una estructura adicional u otros recursos más allá del propio muro de display. Por ejemplo, ¿necesitará el muro de display más potencia de la disponible? ¿Se adecúa su potencia total a las exigencias de eficiencia energética del edificio? ¿Podrá el sistema HVAC del espacio soportar la carga de calor adicional del muro de display? ¿Será éste apilable y estará exento, o necesitará una estructura de montaje?
Algunos displays, como los cubos de retroproyección, son apilables, y por tanto capaces de funcionar de manera exenta; otros, como los paneles planos y los proyectores, precisan de un montaje especial para cada unidad de la matriz. En algunos casos, como en los mosaicos LED, todas las unidades del display van sujetas a una estructura común, lo que podría obligar a algún tipo de refuerzo estructural en la pared o en el techo para soportar la carga adicional. Si se crea un muro de display exento podría hacer falta nivelar el suelo. Pensando en el propio muro de display y en la importancia de su alineación, habrá que preguntarse también por la cantidad de unidades de display individuales (mosaicos) que precisaremos y si nos resultará fácil alinearlas entre sí.
Calidad de la imagen
Por suerte para los diseñadores de muros de pantalla, la mayor parte de las actuales tecnologías de display valen para producir imágenes extraordinarias. Los mosaicos LED y los cubos de retroproyección de iluminación LED destacan por la reproducción de colores profundamente saturados y por los amplísimos espectros cromáticos que los LED hacen posibles. Dos factores más a tener en cuenta son la densidad de píxeles y la distancia entre pantallas.
La resolución es importante, pero la densidad de píxeles (distancia de píxeles o pixel pitch) debe ser — junto con la distancia de observación— nuestra preocupación principal. Tanto los paneles de muros de display LCD como las unidades de muros de display de retroproyección poseen unas distancias de píxeles situadas por lo general entre 0.5 y 0.6mm, por lo que ambas soluciones resultan óptimas para instalaciones en las que el espectador se vaya a colocar muy cerca del muro de display. Los mosaicos LED se encuentran en el otro extremo del espectro, con distancias de píxeles justo por encima de 1.0mm y hasta 20.0mm. Los LED están especialmente indicados en espacios en los que el observador vaya a situarse lejos del muro de display. Los cubos de retroproyección grandes se encuentran en un punto intermedio, con distancias de píxeles que suelen ir de 0.6mm a 1.2mm.
La mayoría de muros de display se componen de displays múltiples e idénticos colocados a modo de mosaico dentro de una matriz. De ahí que la distancia física entre las imágenes de las pantallas individuales sea un parámetro importante. Los muros de display compuestos de paneles LCD planos son los que presentan mayor espacio entre pantallas, un espacio que en los mosaicos LED resulta prácticamente imperceptible desde distancias de observación normales.
Tolerancia a la luz ambiental
Hay tecnologías de display que, por sí mismas, gestionan la luz ambiental mejor que otras. Por ejemplo, las soluciones LED con un fondo negro entre píxeles incrementan el contraste de imagen en presencia de luz ambiental. La mayoría de las pantallas de retroproyección se enfrentan de manera similar a la luz ambiental, utilizando rayas o puntos negros incrustados en la pantalla. Por otro lado, los paneles planos suelen precisar de un mejor control de luz en el entorno de visión. Las pantallas de proyección frontal son particularmente sensibles en este aspecto. De manera general podemos afirmar que cuanto mayor sea el brillo del display, más luz ambiental será capaz de gestionar. Para mantener la calidad habremos de prestar atención también a los ángulos de visión, un aspecto que, no obstante, es aconsejable evaluar físicamente.
Fiabilidad
A la hora de valorar la fiabilidad de un muro de display, el principal factor es su fuente de luz. Entre las tecnologías de fuente de iluminación actuales el LED es una de las más confiables, con esperanzas de vida de al menos 50.000 horas. Además del rendimiento del display y del impacto del tiempo de inactividad, la fiabilidad inherente a un sistema de muro de display puede tener consecuencias decisivas en el mantenimiento y reparación, requiriendo, por ejemplo, un servicio continuo con el consiguiente incremento de costos en mano de obra y sustitución de piezas.
Pero además, en muros de display de funcionamiento continuo 24/7 preocupa la pervivencia de imágenes de datos mostrados con anterioridad. Esa retención de imagen puede darse en paneles planos LCD, pero en la mayor parte de los casos, tanto los cubos DLP de retroproyección como los mosaicos LED están inmunizados si se opera dentro de las especificaciones establecidas.
F
acilidad de mantenimiento
Para mantener la calidad y uniformidad de la imagen, los muros de display, especialmente en sistemas en mosaico, exigen como mínimo calibraciones periódicas de color y brillo. La mayoría de los paneles planos LCD requieren calibración manual, mientras que los que emplean LED, y algunas soluciones de retroproyección, ofrecen calibración automática sin que ello vaya en detrimento de la imagen y en plena sintonía con los colores y el brillo de otros displays situados en la misma matriz. Además de mantenimiento regular debemos plantearnos también la facilidad para sustituir las piezas en caso de fallos. Por ejemplo: ¿Es el display accesible por detrás para su mantenimiento o reparación? ¿Hay que extraerlo de la matriz al efectuar esas tareas? Aunque en algunos casos es así, en otros esos trabajos pueden efectuarse desde la parte delantera, sin necesidad de extraer la unidad del sistema. Otro factor a tener en cuenta es si para acceder a una unidad concreta para su mantenimiento o reparación hay que extraer otros displays de una matriz.
Costos
Al planear el presupuesto de una instalación, el precio de compra de una tecnología de muro de display es uno de los primeros aspectos a considerar. Igual de importante será calcular el costo de funcionamiento del display a lo largo de su vida útil. Esos costos pueden incluir costes de funcionamiento continuos, como el consumo de electricidad del sistema, el costo de la refrigeración del display utilizando el sistema HVAC del edificio, y el costo de todos los elementos fungibles, como lámparas, filtros y ventiladores. Las tecnologías que emplean LED de estado sólido, sea en forma de mosaicos LED, sea como fuente luminosa en cubos de retroproyección y paneles planos, no suelen precisar de elementos fungibles. Dicho esto, muchas soluciones de proyección emplean lámparas de descarga que hay que reemplazar periódicamente.
Para comparar el consumo energético y la generación de calor entre las tecnologías de display, basta con multiplicar el número total de unidades (mosaicos) que precisa el sistema de display por el consumo de energía normalmente especificado para un display individual.
Decidir tecnología
Tras reflexionar sobre los aspectos que aquí repasamos podrá decidir con fundamento qué tecnología seleccionar y sus planes de instalación.
Por Ernesto Armus, Gerente General de Christie en México