En marzo de 2014, el cielo de Las Vegas fue alterado para beneplácito de sus visitantes, gracias a la nueva noria-mirador que se convirtió en la más alta del mundo. Como parte del exclusivo resort The Linq –parte de Caesars Entertainment, el High Roller ahora acaricia las nubes y se convierte en un nuevo atractivo de la ciudad que nunca duerme.
Indudablemente la iluminación es la magia que envuelve a esta obra suprema de ingeniería, es por ello que decidimos revisar a fondo los por qués del diseño de iluminación. Cual si fuera un gigantesco aro flotante, The High Roller está iluminado desde la puesta del sol y por toda la noche usando la gama de luminarias Tripix de Martin Professional.
Comisionado en 2009 por Caesars Entertainment y con la visión de cambiar el cielo de Las Vegas con una nueva atracción turística, el proyecto de realizar la rueda de observación más alta del mundo dio inicio. Para la iluminación de este extravagante proyecto arquitectónico, NYXdesign se alió con Martin Professional, con el integrador de sistemas 4Wall Entertainment y con el contratista eléctrico Bombard Electric.
La personalización como clave
“No hay ubicaciones para “tirar” la luz desde esas alturas en el cielo, pero si ponemos las lámparas sobre la rueda misma, hacia donde las dirigiremos?” se pregunta Phil Hettema, mente maestra del proyecto.
La luz no viaja en líneas curvas. La solución fue la implementación de más de 2000 pequeñas luminarias bien enfocadas que iluminan la rueda. El cielo se convierte en un lienzo con el que las lámparas de Martin pintan artísticamente el paisaje.
El diseño de iluminación tuvo que enfrentarse a grandes retos. ¿Cómo ubicar las luminarias en una escultura circular y cómo tener la mejor iluminación en un elemento giratorio? Cabe señalar que cada sección “tubular” de la rueda de acero fue hecha en China, con lo cual no era posible reubicar las luminarias una vez ensamblada la estructura. Para asegurar que cada lámpara fuese correctamente ubicada antes de terminar y fijar la rueda, un prototipo de madera a escala –una sección de 6 metros de altura– fue construido en un estudio de Hollywood, donde se hicieron las pruebas de potencia y colocación.
Martin también desarrolló un brazo de soporte especialmente creado para la ocasión; la idea era colocar las luminarias en el contorno de la enorme estructura. Hubo que realizar un montón de pruebas de vibración para garantizar la confiabilidad de la instalación. Adicionalmente, Martin inventó una fuente de alimentación de 227 volts para poder cumplir con los requerimientos de los ingenieros eléctricos.
Buddy Pope, gerente senior de proyecto de 4Wall Entertainment se refirió así al proceso: “Trabajar con Henrik Kristensen de Martin y con el resto del equipo fue reconfortante. Nos tuvimos que asegurar que todo funcionará de manera perfecta no importando que los sistemas operaran “de cabeza” cada 30 minutos y que el diseño contemplara que las pruebas finales tendría que realizarse cuando se hubiese colocado el último tornillo de la rueda. La voluntad de Martin para entregar soluciones personalizadas fue un factor de éxito en las primeras etapas del proyecto”
La diseñadora de iluminación Abigail Rosen Holmes agregó: “La cantidad de tiempo invertido y el nivel de detalle con el que trabajamos en la etapa del prototipo realmente valió la pena. Nos permitió conocer las opciones que realmente funcionarían, así como su factibilidad a la hora de ser instaladas. Esta información tenía que ser traducida a los dibujos y eventualmente a la construcción, teniendo en cuenta que ya no habría posibilidad de hacer ajustes en las posiciones de montaje de las lámparas”.
Las luminarias ideales
Uno de los mayores retos que tuvieron que ser considerados en las etapas tempranas del proyecto fue la de acomodar la experiencia del usuario ya sea dentro de la cabina y desde diversos ángulos y distancias de observación logrando que el diseño de iluminación fuese emocionante desde todas las perspectivas posibles. Los productos Tripix fueron escogidos pues en su momento eran las únicas luminarias del mercado con fuente de luz convergente, también conocida como chip tri-color, lo que significa que cuando una persona mira directamente hacia la fuente de luz, sólo verá el color que la lámpara está programada para mostrar. De hecho los visitantes pueden ver directamente las lámparas desde las cabinas, por lo que una fuente de luz RGB no era opción.
También resultaba relevante que las luminarias empataran y complementaran el diseño moderno y limpio de la estructura. La gama Tripix cumplía con estas condiciones y para integrarse completamente como parte del diseño, tanto a las luminarias como a los soportes se les dio un terminado especial que las hizo mimetizarse y fungir como elementos de la estructura misma sin parecer un elemento discordante o que fuese una distracción.
Hay 896 tiras de LED Tripix 300 y 1008 luminarias Tripix wash con 240 splitters E-DIN CMX/RDM Pathway Connectivity de 4 vías y 16 nodos DMX E-Din Pathway Connectivity.
Para el contratista eléctrico –la compañía Bombard- el obstáculo principal fue tener el acceso a las locaciones de la luminarias en la rueda. Para lograr el resultado deseado, les tomó un mayor esfuerzo en la coordinación con los constructores al mover el contorno de la rueda hacia posiciones más accesibles para el cableado.
Mike Gurule de Bombard Electric lo explicó: “Aparte de la dificultad en acceder a las ubicaciones de las luminarias, nuestro concepto era entregar una instalación plug and play. Considerando lo riesgoso que representaba llegar a las ubicaciones de las lámparas, inicialmente teníamos preocupación sobre la durabilidad y confiabilidad de las luminarias Martin. Afortunadamente, en cuanto energizamos el sistema de iluminación, hubo mínimos problemas y muy pocas lámparas fallaron. Es claro para nosotros que Martin tiene un gran énfasis en el control de calidad”.
El sistema de control de la iluminación se realiza vía un controlador de show Alcorn McBride V4 Pro, dos controladores paralelos Alcorn McBride IO64 y dos consolas MA Lighting NPUs y dos más grandMA en la torre de control.
La estética intencional del diseño de iluminación
Holmes fue seleccionada por los arquitectos por su experiencia en la iluminación para conciertos, diseño para televisión, parques temáticos y otros proyectos de instalación fija. Curiosamente los arquitectos buscaban un diseñador de iluminación con bagaje en iluminación para eventos musicales, Holmes no sólo tenía ese background, sino que añadía su reconocido trabajo en parques temáticos. Este proyecto le caía como anillo al dedo a la audaz diseñadora.
Para Holmes fue una bendición que David Codiga (director ejecutivo del proyecto, The Linq), Randy Printz (gerente de proyecto, Themed Development) y Phil Hettema (director creativo, The Hettema Group) siempre tuvieran una visión clara de lo que querían respecto a la estructura circular. Cada detalle fue trabajado minuciosamente para hacer que la rueda fuese moderna y aerodinámica a la vez.
Holmes señaló: “Su idea me permitió tratar al objeto de manera muy simple, porque en su forma pura, la estructura es extraordinariamente hermosa. Todos los involucrados tenían muy clara la idea y la meta, así que fueron muy consistentes en lograr el objetivo”.
Las guías del diseño de iluminación acotaban el respeto que habría que tener a la belleza y simplicidad de la estructura, mientras que al mismo tiempo se enaltecieran sus cualidades cinética. En contraste con otros muchos ejemplos de las luces de Las Vegas, el diseño de The High Roller no debería ser estroboscópico ni asemejar a un carnaval.
Diseño de iluminación para un objeto en movimiento
Estas guías han impactado cada aspecto del diseño de iluminación, incluyendo como los patrones de luz pueden “correr” en modo sutil para enfatizar las dimensiones y la cualidad cinética de la noria. La estructura es grande y muy delgada, así que la iluminación puede ser programada para darle a los espectadores la percepción de 3D.
Aun cuando las luminarias se están moviendo alrededor con el contorno, es posible programarlas para hacer que la rueda parezca de un solo color en la mitad inferior y de otro color en la mitad superior. La programación regresa a blancos para restablecer la forma pura del objeto y existen allí elecciones de diseño que muchas veces no son captadas por los espectadores, pero aún así contribuyen a la percepción general del concepto.
Como el sol se oculta a diferente hora y minuto cada día, hay 365 cues individuales para cada atardecer. Empieza con una secuencia diseñada para reproducirse desde el atardecer y hasta el momento de oscurecer. Cuando la noche cae, otro set de secuencias se encargan de iluminar durante toda la noche. Un set de secuencias especiales han sido diseñadas para días festivos y eventos especiales, incluyendo uno muy atractivo para Halloween.
Obviamente existe un reto a la hora de iluminar The High Roller. A diferencia del London Eye que fue diseñado como una estructura de truss abierta, la noria de Las Vegas es un gran objeto blanco que tiene que ser iluminado desde afuera.
Hablando de cómo esto impacta al diseño de iluminación, Holmes apunta: “Las dos mil luminarias Martin fueron asignadas individualmente y especificadas para proveer el detalle y la variedad que queríamos en la programación. Esto forma la base de los patrones de movimiento y los grupos que han de reproducirse para la iluminación de cada sección de la rueda”.
Cuando la estructura misma y la implementación de la solución de iluminación fue finalizada, empezó la extenuante fase de diseño de iluminación. Holmes trabajó con el programador Jason Badger para crear la secuencia inicial usando un visualizador 3D offline, permitiendo que el equipo de proyectos pudiera revisar y desarrollar la estética y el feeling de la programación previa a la instalación. Para la programación en sitio, los diseñadores se ubicaron en el balcón del hotel observando hacia The High Roller. Todas las luminarias son controladas inalámbricamente mediante DMX y durante esta fase todas las secuencias pre-programadas fueron probadas y otras más fueron desarrolladas nuevamente.
Un nuevo sitio icónico para Las Vegas
A un año de distancia, The High Roller es la nueva atracción del cielo de Las Vegas. Sus hermosas formas y su elegante iluminación, ya la ponen como un punto de interés turístico y de referencia en la ciudad del pecado.
Acerca del proceso, Pope comentó: “Para mi, el momento más emocionante fue el primer día cuando pudimos encender todo y yo sabía que funcionaría. Tres años de trabajo y planeación se traducen en éxito, pero no puedes respirar a gusto hasta el momento de la inauguración. Para mi, fue mágico cuando la gigantesca rueda empezó a girar y la pudimos ver hermosamente iluminada. Fue inolvidable”.