Un elemento crítico de nuestro trabajo es la instalación de los sistemas que vendemos, lo malo es que a veces concentramos nuestro esfuerzo en la etapa de la venta y por varios factores es importante la continuidad en todo el proceso, tenemos mucho en juego para asegurar que lo ofrecido sea lo entregado al cliente.
Diseñar no es escoger equipos y cómo se conectan, es definir en base a las necesidades específicas de cada proyecto, qué equipos son los adecuados y sus parámetros de operación. Para aclarar la idea, no basta con decidir que en ese espacio es necesaria una pantalla y un proyector, es necesario entender cómo se determina el tamaño de la pantalla, anticipar la relación de contraste, identificar los ángulos de visión ideales, etcétera. Menciono esto porque uno de los puntos críticos es la definición de los criterios de diseño y porque estos deben ser comunicados al equipo de instalaciones.
El vendedor es el diseñador
El diseño depende de la calidad y claridad de información que el departamento de ventas haya obtenido del cliente y la manera en que la comunica al diseñador.
Cuando el propio vendedor es el diseñador, este es un proceso claro y natural, pero cuando no, ya no lo es tanto y peor aún, si en la empresa existen varios vendedores y varios diseñadores, las posibilidades que algo se salga de control por falta de claridad en la información es muy grande, es más, lo más probable es que aunque los equipos fueron “bien” seleccionados, el desempeño no es el adecuado y ante los ojos del cliente “el sistema no funciona”; claro hay imagen, el sonido se escucha, pero el cliente se refiere a que cuando se proyecta cierto tipo de información la legibilidad es afectada, o que bajo ciertas condiciones el sonido no se entienda.
A primera vista parecería un tema de mala instalación o calibración, pero esto va mucho más allá y mucho más atrás.
Durante las entrevistas con el cliente, es indispensable obtener toda la información necesaria y no conformarnos con lo que dice el contacto, ir mas allá y buscar entrevistarnos con todos los posibles usuarios del espacio y obtener de ellos también toda la información relevante.
Posteriormente para lograr el éxito de un proyecto vienen dos tareas críticas, la primera es como entregamos a quienes hacen el diseño.
Determinar las necesidades del proyecto
Mientras más detallada y precisa llegue la información, más posibilidades tiene el ingeniero de diseño de entregar una propuesta que se apegue a las necesidades del proyecto; esta información debe ser convertida por el diseñador en entregables que especifiquen los rangos bajo los que cada subsistema debe operar.
No importa que tan bien resuelto tengamos este punto, siempre hay oportunidad de mejorar y si queremos obtener ideas concretas, podemos voltear a ver el estándar Coordinación de Procesos y Diseño de Sistemas AV de AVIXA, es una magnifica referencia sobre cómo construir flujos de trabajo, como tal no nos indica cómo hacer un diseño (esto es política interna en cada empresa).
Desafortunadamente una práctica común es que estos parámetros de operación del sistema están incompletos o peor aún no son entregados a quienes ejecutan la operación. No es que se duden de sus habilidades y conocimientos, es que quien diseñó el sistema conoce los alcances y funcionalidad esperada.
El área de instalaciones tiene una gran responsabilidad y con frecuencia no tienen los elementos necesarios, de su trabajo depende en gran medida que el cliente acepte la entrega del proyecto. Pero a su vez tampoco depende necesariamente del ingeniero de diseño, por supuesto está el área de ventas de cuyas entrevistas saldrá la información para el diseño.
No es descubrir el hilo negro, es confirmar la necesidad de todas las áreas de tener procesos, metodologías de trabajo eficientes y un excelente nivel de comunicación.
Conclusión
Aunque pareciera que la instalación es una etapa diferente, depende totalmente del trabajo de ventas y diseño, sea que lo haga o no la misma persona. La gente de instalaciones necesita para hacer un buen trabajo, no solo una lista de equipo, sino una serie de documentos que, aunque varían en cada empresa, aseguren que se cuenta con la información suficiente y adecuada para ejecutar un trabajo que cumpla con los objetivos del proyecto.
Esto además afecta profundamente la relación con el cliente, desde la parte humana hasta el cobro del finiquito del proyecto, tenemos tanto en juego, que es conveniente sentarnos con los compañeros de Instalaciones y escuchar que podemos hacer para facilitar su trabajo, el resultado será bueno para todos.
Después de todo la instalación es tan importante que ventas y diseño deben trabajar desde el primer momento pensando en ella. El éxito en una empresa de sistemas integrados depende de la eficiencia en todas sus áreas, no solo en obtener los negocios.
Pocas cosas son tan gratas como encontrar algo que “no aparecía” y este es el caso con la música de hoy, me confieso un profundo aficionado a Keith Jarrett y sé que no soy el único (¡abrazos queridos Bernardo y Jorge!) y para mi buena fortuna reencontré uno de mis álbumes favoritos “The Carnegie Hall Concert” con una potencia sorprendente al mismo tiempo que gran delicadeza, la grabación de un evento en vivo presenta retos, pero en este caso, el resultado es una ambientación donde el público reacciona a la música de forma muy emotiva, hubiera sido fantástico estar ahi. Afortunadamente es un álbum de dos discos que asegura pasar un rato muy grato, por supuesto acompañado de un whisky cuyo sabor genere las mismas emociones que la música, un Macallan Edition No.3 de sabor afrutado, pero potente.