¿Por qué ser miembro de una organización?

Empezaremos por decir que en nuestra industria hay varias organizaciones que son pilares absolutos, a lo largo de los años han hecho importantes aportaciones con el objetivo de profesionalizarnos. Hay varias, pero para acotar esta sesión, me centraré en las dos más conocidas: AVIXA (antes InfoComm) y CEDIA.

Enseguida diremos que la razón de ser de ambas, es servir a sus miembros y lo hacen de varias formas. Una -y de vital importancia- es la generación de contenido educativo, cursos presenciales, en línea y virtuales. Dictan normas y fichas técnicas con el objetivo de servirnos como guía y que implementemos las mejores prácticas en beneficio de los usuarios. Ambas cuentan en su haber con varios libros que se convierten en guías de estudio —para una vez adquiridos los conocimientos necesarios— aplicar para obtener una certificación (de ello hablaremos mas adelante), de estos libros se puede obtener una gran cantidad y calidad de información que podemos aprovechar en nuestras empresas. También publican fichas técnicas sobre temas específicos.

Las dos organizan congresos de gran importancia tanto por las exposiciones en las que se exhiben y lanzan productos, hay sesiones de entrenamiento de las propias organizaciones y de fabricantes que aprovechan nuestra asistencia para ofrecer sesiones especiales.

No son iguales, una agrupa a empresas que realizan proyectos comerciales, corporativos y eventos en vivo (AVIXA) y CEDIA a compañías que viven alrededor de proyectos residenciales.

Por lo que las certificaciones que ofrece cada una de ellas son totalmente diferentes entre sí, por ejemplo, si pensamos en audio, en un ambiente corporativo hablamos de micrófonos, pero en uno residencial consideramos de audio multicanal. Aunque la tecnología puede sonar igual o similar, resulta muy diferente. Y cada una de ellas maneja su propio concepto de membresía.

Hace algunos años las organizaciones de nuestra industria en un serio interés de hacernos llegar mas y mejor calidad de información, reunieron a grupos de expertos para formar estándares. Un estándar es —en este caso— una metodología de trabajo que ya fue probada y entrega resultados consistentes. En muchos casos, estos estándares no solo nos muestran cómo hacer algo de la mejor manera posible, sino que además nos guían para mejorar nuestros procesos.

Ambas organizan mesas redondas y a veces con el único propósito de integrarnos, de vez en cuando surgen ideas de cómo hacer algo en beneficio de la industria.

Por supuesto no son iguales, cada una tiene su propia personalidad, visión y espíritu de trabajo.

Dando vuelta a la hoja, pero dentro del mismo tema, estamos nosotros y nuestras empresas, de una o de otra manera somos especialistas en sistemas AV integrados. Esto denota hoy un alto nivel de complejidad, desde la venta, el diseño de la solución, la conformación de equipo con otros contratistas, la ejecución de la instalación, la administración de la relación con el cliente, la entrega del proyecto, el servicio y mantenimiento… en fin, no podemos decir que sea nada fácil lo que hacemos y lo peor es que en la gran mayoría de los casos aprendemos nosotros mismos (normalmente de nuestros propios errores). 

Y eso sin contar que como cada empresa es diferente y tiene sus propios métodos, hace las cosas a su modo (no quiero decir qué mal, solo diferente). Algunos no compartimos nada con nuestros amigos de otras empresas (¿cómo?… ¡son la competencia!). Otros no tenemos empacho en platicar prácticamente todo lo que nos funciona (y a veces lo que no).

Shot of a cheerful motivated group of businesspeople having a discussion over a laptop in the office

Pero en realidad todos buscamos lo mismo, empresas exitosas, con usuarios satisfechos, con equipos de trabajo formados por personas que quieren aprender y crecer, lo cual los beneficia a ellos y a la empresa.

Lo curioso es que una de las mejores formas de lograr avanzar en busca del éxito es a través de la integración a alguna de esas organizaciones, pero estamos tan “ocupados” que normalmente no nos hacemos tiempo ni para leer los comunicados y ofertas que nos envían. No vemos beneficio de invertir en la membresía de alguna de ellas, o mejor aún ¡en ambas!  Será por desorganización, miedo al compromiso o lo más común, a decir que no se ve un beneficio tangible al ser miembro.

Déjenme comentarles de quienes aceptan el reto de ser miembros, que invierten algo de tiempo visitando sus paginas en internet, leyendo comunicados y en algunas ocasiones invirtiendo tanto en cursos como en libros, certificaciones y más, son empresas que curiosamente están asociadas a los proyectos más grandes, al personal mejor entrenado y a las mejores maneras de trabajar.

Conclusión

Cada empresa trabaja a su manera, ser miembro de estas organizaciones otorga beneficios que nosotros mismos debemos buscar, la chamba de ellas es ofrecernos grandes cosas, la nuestra es decidir si las aceptamos para ser mejores, después de todo, estas organizaciones ¿pueden vivir sin mi empresa? ¿O qué tal que lo ponemos al revés ¿Cómo sería la vida en mi empresa si fuera un miembro activo y participativo de estas organizaciones?; ¿fácil? Por supuesto que no, el peor error es invertir y no dedicar tiempo a participar, es de esta participación que se obtienen los mejores resultados.

Mientras escribo esto, en la página de internet de AVIXA aparecen como miembros 280 empresas y 17 compañías mexicanas en CEDIA, nuestra industria es bastante mas grande ¿pero queremos engrandecerla?

La música de hoy es una genialidad del guitarrista Terje Rypdal, acompañado por el legendario Jon Christensen, Palle Mikkelborg en la trompeta y Sveinung Hovensjo en el bajo eléctrico, con el álbum Waves, grabado en lo que parece ser el lejano año de 1977 y que por esa magia musical sigue sonando como si hubiera sido lanzado ayer, un sonido totalmente fresco, con buena dinámica y mucha energía, música densa que no forzosamente gusta a todos. Soy seguidor de Terje Rypdal me encanta su estilo y la potencia que le caracteriza, este álbum es para saborear con mucha atención (siempre lo escucho un mínimo de dos veces), los invito a que lo escuchen, no es difícil de encontrar. Y para acompañar música tan emocionante apareció un whisky igual de poderoso, con un sabor moderadamente ahumado. La combinación ajusta de maravilla