Al noroeste de Copenhague, dos museos daneses ejemplifican el uso de la tecnología audiovisual Panasonic, el Museo Moesgaard de Historia Cultural, en la provincia de Aarhus y el Museo de la Prisión de Faengslet, en Horsens. En ambos, Panasonic se encargó de proveer soluciones avanzadas para traer vida al arte con su tecnología de punta en proyección láser y pantallas.
En el caso de Moesgaard, se instalaron 92 proyectores, destacando los PT-RZ470 y 24 monitores LED, la mayor parte de ellos TH-55LF6W. Para Faengslet, la solución incluyó 56 proyectores, en su mayoría PT-RW330EJ, con tecnología Solid Shine, que funciona como un híbrido entre luz LED y láser.
Lo viejo y lo nuevo se entrelazan en el Museo Moesgaard
El museo de Historia Cultural de Moesgard incluye exhibiciones sobre el pasado que se remontan hasta la Edad de Piedra, la vida de los primeros pobladores de los países nórdicos, los vikingos, batallas, tradiciones y usanzas ancestrales. El museo fue reubicado en 2014 a un moderno edificio de 16,000 m2 diseñado por la firma arquitectónica Henning Larsen y en promedio recibe a medio millón de visitantes al año.
“En el viejo museo, los visitantes solían pasar sin realmente notar los objetos”, dice Pauline Asingh, curadora en jefe de las nuevas exhibiciones en el Museo Moesgaard. “Ahora, gracias a los proyectores, podemos contar la historia detrás de cada pieza. La tecnología de Panasonic logra una conexión entre la gente del pasado y la del presente, haciendo que la Historia sea más atractiva para la audiencia”.
Para el Museo Moesgaard, lo más importante de la tecnología láser de Panasonic fue la diversidad, se instalaron proyectores de diferentes características, según la situación en que se necesitaban. Para tiro corto, se usaron PT-DZ680, para proyecciones sobre superficies esféricas o cilíndricas: PTDZ870, unidades listas para proyección en 3D, como el PT-DX100 y el más usado, el PT-RZ470.
“Mi pregunta central siempre ha sido: ¿cómo podemos traer vida a las exhibiciones?”, dice Pauline Asingh. “Para mí, el ejemplo más vívido es el simulador de campo de batalla. Me encanta la manera en que da la impresión de realmente estar entre dos ejércitos que avanzan uno hacia otro. Es una experiencia que eriza la piel”.
“Lo que resulta único sobre la colaboración con Panasonic es que todo es posible”, dice Pauline Asingh. “Es increíble cómo podemos recrear la arena del Coliseo con tan sólo ocho proyectores. Una vez escuché a un visitante decir que pensó que había actores en vivo en la sala. Las proyecciones reviven perfectamente lo que sucedió hace cientos de años. Requerimos la calidad más alta y ahí es donde Panasonic alcanza nuestras necesidades. Para experimentar la Historia, hay que transportarse ahí, Panasonic nos permite hacerlo”.
Los proyectores instalados se mezclan discretamente con las diferentes áreas del museo, sin que la atención se desvíe de las exhibiciones e integrándose incluso con escenografía de manera prácticamente imperceptible.
Faengslet, recreando la vida tras las rejas
Por su parte, el museo de la prisión de Faengslet es una experiencia en la que la gente puede tener “reuniones” virtuales con antiguos presos y pone a sus visitantes literalmente tras las rejas. “Tratamos de resaltar lo que este lugar era originalmente”, dice el diseñador de exhibición Mads Havemann.
El obstáculo inicial más grande era el reducido espacio en las celdas (la mayoría de 3.5 m2), sin embargo, las soluciones ofrecidas por Panasonic incluyeron instalaciones a la medida con proyectores de tiro ultra corto. Incluso hay celdas con hasta tres de ellos que muestran imágenes en distintas paredes y ángulos.
El museo de Faengslet está lleno de historias impactantes, resultan personales y conmovedoras. “Esto no es una película de Hollywood sobre la cárcel, es una cárcel de verdad”, dice Havemann. “Si atrapas a un criminal, encuentras que hay una persona detrás; es lo que queremos mostrar en nuestras exhibiciones. Panasonic nos ayuda a lograrlo.”
Crear vida también era uno de los principales objetivos para el museo de la prisión de Faengslet, explica Mads Havemann, “cuando la gente entra, tienen puntos de vista bastante severos sobre las condenas y la prisión. Luego de pasar una hora o dos tras estas paredes, esas perspectivas cambian”.
En toda la historia de la prisión de Faengslet únicamente un prisionero logró escapar. La trayectoria y operación de su fuga constituye una pieza central de la exhibición: una sombra es proyectada siguiendo el camino que el prófugo tomó a través de escaleras muy anguladas y bordes de muros mediante dos proyectores de tiro ultra corto.
Además de la versatilidad y tecnología láser de punta que tiene Panasonic, su capacidad para adaptarse y el no requerir mantenimiento fueron un beneficio enorme para ambos museos. “Elegimos estos proyectores Solid Shine principalmente por tres razones: su increíble nivel de brillo, el bajo costo operativo por su tecnología láser y el hecho de que no requieren mantenimiento”, dice Mads Havemann.
Solid Shine, abre oportunidades creativas
Panasonic entregó una amplia gama de proyectores DLP para ambos museos. Por su peso liviano y luminosidad, resultan extremadamente compatibles con museos y auditorios grandes. La serie Solid Shine es una nueva especie de proyectores, sus fuentes lumínicas combinan láser y fósforo para reemplazar la lámpara de mercurio de los proyectores tradicionales.
La lámpara siempre era una desventaja debido a su limitado tiempo de vida útil y capacidad lumínica. Especialmente tras largas horas de operación, como en las exhibiciones de museos, esto solía elevar los costos operativos. Para resolver este problema, Panasonic progresivamente ha introducido fuentes de luz láser.
Panasonic es un líder global en proyectores láser que no requieren mantenimiento y dan alto grado de brillo, con un rango que se extiende hasta los 30,000 lúmenes. Esta brillantez extremadamente alta, abre una gama de oportunidades creativas para relatar historias.
La colaboración con Panasonic lo hace todo posible.
Tanto Moesgaard como Faengslet encararon el reto de enviar a sus visitantes en viajes hacia un pasado remoto. “Tradicionalmente, los museos educaban a sus audiencias con letreros en la pared, ahora la gente está mucho más acostumbrada al contenido audiovisual”, comenta Mads Havemann.
La habilidad de integrar totalmente la tecnología y el arte es crucial cuando se trata de crear experiencias inmersivas en un museo. En ambos casos se logró una instalación discreta haciendo juego con el entorno, los proyectores están disponibles en color blanco o negro.
Sin las historias de los prisioneros, Faengslet sería tan solo un edificio antiguo, sin su manera de emplear la tecnología para relatar historias, Moesgaard simplemente tendría otra serie de objetos viejos en exhibición. En cambio, estos museos decidieron poner a sus visitantes justo en medio de eventos históricos con las soluciones tecnológicas más novedosas.